La verdad es que no les da la cara por más maquillaje que se pongan en cámara. La tapa blanca de Clarín en esta edición de lunes luego del bloqueo de 12 horas realizado por los trabajadores en AGR es una afrenta, una tergiversación más a las que ya nos tiene acostumbrados el Gran Diario Argentino. En su edición electrónica el diario afirma que “resulta falso lo expresado por quienes buscaron enmascarar el hecho en un pretendido reclamo laboral, por cuanto no existen conflictos colectivos en ninguna de las empresas de Clarín”. Claro, si no permitís la actividad sindical en tu empresa no vas a tener conflictos colectivos. Es conocido por todos que el diario autodenominado el adalid de la libertad de prensa en el país no deja tener comisión interna en su diario, es decir, los periodistas de Clarín no pueden practicar la libertad sindical. Y después vienen a hablar de libertad.
¿Dónde estuvo la tapa blanca durante la dictadura? ¿Y la tapa de la crisis que dejó dos muertos? ¿Y Papel Prensa? ¿Y la tapa de la devaluación duhaldista? Esta tapa no quedará en la historia más que como un apéndice, como otra burda opereta donde ni siquiera el diseño ni la idea es original. Lo de Clarín ya es patético. Porque la tapa está dentro y todos han leído esa tapa. Si estos son los que bancan al multimedio en el tren de la victimización yo ni siquiera los publico. Por vergüenza. Yo no vi ninguna solicitada, ni siquiera la del grupo Aurora.
No rompan las pelotas, esto no es un ataque a la libertad de prensa, esto es un reclamo gremial donde la volada le cae como anillo al dedo para la victimización constante. Y cuando Martín Etchevers, directivo del Grupo Clarín (GRUPO CLARÍN, ¿eh?, no un diario, una radio, un GRUPO) dice que "hay dos fallos judiciales que prohíben expresamente este tipo de bloqueos porque sostienen que el derecho de manifestarse no puede estar por arriba de otros derechos constitucionales, por lo que planteamos hacer una denuncia por desobediencia judicial", esto es básicamente decir que el medio – o el GRUPO - está por encima de la ley. O que la ley la manejan ellos.
Les importa un pito todo. Demonizan a los trabajadores, oprimen la actividad periodística, operan cada vez peor y ni siquiera tienen el prurito de admitirlo. Durante 65 años han hecho un trabajo excepcional, le han hecho creer a todos que ese diario es una Biblia. Ni siquiera tienen la decencia de decir desde donde dicen las cosas. Todo diario serio lo hace. Pero Clarín no es un diario. Es un panfleto del establishment empresarial que traduce las ideas fuerza de la derecha en verdad periodística. Esto no sería nada malo si al menos el medio lo aceptase. Pero ni eso.
Ni siquiera esto es una cuestión económica. Como GRUPO económico Clarín no necesita del diario para subsistir, Clarín necesita del diario para mantener la chapa, ese prestigio que día a día se desmorona. Los negocios pasan por otro lado, EXPOAGRO, las editoriales, las plantas de impresión, las adjudicaciones directas como las que el gobierno de Hermes Binner le otorga a la empresa, las pautas en el 13 y TN. Pasa por otros lugares. La torta no la dan los diarios, hasta los mismos dueños de los diarios lo saben. Clarín no se funde si no sale el diario. Tampoco si paga salarios acordes o reconoce licencias gremiales.
Lo que tendríamos que definir es que es libertad de expresión en un contexto multimedial donde las orgas buscan controlar internet y su contenido. Ataque a la libertad de expresión es esto, donde no podés seguir leyendo porque Taringa bloqueó el post, ataque a la libertad es no permitir la actividad gremial en tus empresas con mecanismos propios de un estado totalitario, un ataque a la libertad de expresión es no poder decir nada, controlar lo que querés decir o la interpretación de un suceso periodístico, no un ejército de medios replicando una situación y tergiversando los hechos. Se asustaron porque los rodearon los morochos. No jodan muchachos, no digan más giladas que se están volviendo lastimosos. Quien sabe, a lo mejor Clarín se rindió y nadie se dio cuenta.