29 abr 2010

El Almirante ya tiene quien le asfalte



Ricardo Gutman
Quien diría ¿no? Cuando recibí el parte de la sesión del concejo supuse que sería otra sesión común, normal, aburrida. El parte no rezaba nada del otro mundo, nada que nadie esperase en el corto o el mediano plazo, salvo una declaración de interés del XXXIII Seminario de Tanatología por parte de la Asociación Mutual de Socorros Funerarios. Las multitudes no se agolparían a las puertas del concejo para saber que es lo que pasa. Otra sesión más, me dije. Grueso error. Es que las costumbre va tiñendo todo del mismo color, unívoco y cansador. Muchas veces la política es así, quizás sus aristas más desalentadoras, las que alejan a la gente de algo que en verdad debiese interesarle. Pensaba en la necesidad de un quinto concejal, uno que no respondiese partidariamente ni a uno ni otro bloque. Pensaba en la posibilidad, la simple posibilidad de que la elección anterior hubiese arrojado un 2-2-1, un 3-4-3 con doble cinco, nunca todos atrás y Dios de 9… perdón, me estoy yendo de tema. Pensaba en esto camino al concejo, mientras cruzaba las vías dejando atrás la estación. Quizás fuese más divertido, quien te dice. Me equivoqué, que le vamos a hacer. Falta de experiencia quizás. Todavía no aprendí (ya es hora de que lo aprenda) que cuando se discute dinero las cosas toman siempre otro color. Dicen que el dinero no hace la felicidad pero…


La sesión
El mensaje Nº19 de la sesión del miércoles 28 de abril adjuntaba un proyecto de ordenanza aprobado en comisión por mayoría para pavimentar las arterias norte y oeste de la Plazoleta Almirante Brown. El proyecto es una inversión municipal de 300 mil pesos que se solventará con los montos del Fondo de Pavimento y Obras Públicas que la municipalidad tiene en su poder. Este fondo fue creado durante la intendencia de Edgardo Martino para llevar adelante las obras de pavimentación de la ciudad con los aportes comunes de los contribuyentes de la ciudad y no puede decirse que no haya sido exitoso. La pavimentación de numerosas arterias durante los ocho años de gestión del Dr Edgardo Martino admiten pocas comparaciones en relación a otras administraciones.
Posteriormente, hará hace unos dos años este fondo fue modificado con el objetivo de hacerlo más extensivo, en vez de abocarse solamente a pavimentación los dineros producto del pago de los contribuyentes también podrían volcarse a Obras Públicas que la Municipalidad considerase necesarias. En su momento el proyecto salió aprobado por la mayoría radical ante la oposición del PJ, quien argumentó que el fondo debía destinarse solo a pavimento y si no era así se debía darlo de baja y crearse otro destinado específicamente a Obras Públicas.
Lo cierto es que en la sesión este proyecto de pavimentación, parquización y construcción de dársenas de estacionamiento denominado Paseo del Bicentenario desató un debate sobre los destinos de los fondos públicos que hace mucho tiempo no se ve en el recinto legislativo. El concejal Marcelo González tomó la palabra desde el oficialismo señalando su beneplácito ante la aprobación del proyecto que calificó de estratégico al ser arterias que si bien son pequeñas mantienen un tránsito intenso, contienen una cantidad de movimiento considerable por día en el centro de la ciudad y son sede de eventos culturales y deportivos que se realizan en los últimos tiempos de manera asidua.
Las justificaciones de González encendieron las críticas de la oposición y la concejal Carolina Morel tomó la palabra adjetivando al proyecto de ridículo por considerar que hay otras obras que llegado el caso bien podrían realizarse con los dineros de este fondo. “No nos sentimos afectados por el ripio” afirmaba la justicialista en un principio y refería que hay otras prioridades como el acceso a escuelas e instituciones o la pavimentación de calles ya aprobadas por el cuerpo legislativo. En cuanto al uso de estos fondos pidió que para otorgar mayor transparencia en las contrataciones estos trámites se mandasen ad referéndum del concejo.
Seguidamente tomó la palabra Cristian Cosentino, apoyando las palabras de su compañera de banca y aseguró que el empedrado de la plazoleta es un valor histórico de San Cristóbal cargado de significados como el de las viejas fiestas del Día Nacional de Ferroviario. Después de afirmar que hoy por hoy está venido a menos el edil cuestionó el accionar municipal ya que a su criterio si las finanzas de del municipio no están pasando su mejor momento “es deber mantener lo que hay, con un mejorado manteniendo lo que hubo siempre alcanza” y propuso usar esos fondos para pavimentar calle Laprida y así proveer de una entrada pavimentada al SUM de la escuela Santo Domingo y al Jardín 189. A su vez destacó que es necesario supervisar mejor las juntas de dilatación del pavimento, los baches en el asfalto y mantener en buen estado las calles existentes en distintos puntos de la ciudad.
La respuesta del bloque oficialista no se hizo esperar y el siguiente en recoger la posta fue el concejal Marcelo González. González destacó la supuesta “coherencia” del bloque opositor al oponerse y obras y seguir la línea marcada la sesión anterior de no aprobar el presupuesto municipal y en su momento al fondo en cuestión y atacó a los justicialistas recordando que la gran mayoría de calles pavimentadas fueron obra de la gestión radical ya que “las administraciones anteriores poco y nada hicieron de pavimento” y defendió su posición de considerar a esta obra como estratégica, “quizás los concejales no se hayan percatado, a lo mejor no han venido a los últimos eventos culturales donde se ha reunido 2.000, 3.000, 4.000 personas, cuando hablamos de beneficiarios hablamos de la gente que concurre directa e indirectamente a esta parte de la ciudad” aseguró el ex Presidente del Concejo.
A continuación la encargada de exponer su punto de vista fue la concejal Flavia Burella, quien fue tajante con Cosentino al decir que “no se puede tildar de histórico al ripiado en ningún lugar porque es lo mismo que decir que el ripiado de las calles que actualmente lo poseen es histórico y por eso no se van asfaltar, aquí estamos hablando de mejorar la infraestructura de la ciudad, es claro que existe una lógica de obstaculización de este bloque respecto a todo lo que es el avance de nuestra ciudad”.
La respuesta justicialista no se hizo esperar. Cosentino aseguró no desconocer el tráfico y la importancia del sector pero pidió al concejo que se autorice a realizar obras aprobadas anteriormente a su juicio más necesarias que el Paseo del Bicentenario. Redoblando la apuesta, Morel subió de tono un debate que no venía siendo para nada amistoso. “La concejal Burella acaba de decir que nuestro accionar se caracteriza por obstaculizar y la verdad que me causa gracia porque realmente jamás podríamos obstaculizar siendo la minoría” afirmaba la concejal y continuó de manera aún mas dura: “Cuando hablan de que el Fondo de obras no podemos presentar ordenanzas porque no lo aprobamos… nosotros vamos a presentar los proyectos que queramos y consideremos necesarios, les voy a recordar que en su momento el fondo para obras (menores) no era para comprar máquinas y dibujaron una ordenanza y compraron con ese fondo máquinas, entonces no nos pongamos detallistas porque después estamos hablando en concreto del tema de las obras, aquí estamos insistiendo en la necesidades que la gente ve, tenemos otras obras a realizarse con este fondo, no nos quieran vender una cosa por otra (…) ¿nos quieren hacer quedar como estúpidos?”.
Oscar Bianchi fue quizás el más medido en sus palabras luego de los dichos y las facturas pasadas de bloque a bloque, posicionándose en la línea de lo expresado por sus compañeros de bloque y aseguró que “siempre hay prioridades que aparecen como bien nombraban los concejales del PJ” pero dejó en claro que obras como el Paseo del Bicentenario son estratégicas y la comparó con la pavimentación de calle Belgrano ya que sirvió para descongestionar el tránsito de calle Caseros y esta obra organizaría el estacionamiento céntrico. Por último Cosentino cerró las alocuciones dejando en claro que en su opinión muchos vecinos le han hecho llegar la queja de que no quieren esa obra, “quizás el intendente escucha lo que quiere” culminaba el justicialista.

Y después
Si el grabador no me miente tengo al menos 20 minutos grabados de este cruce de opiniones. La cosa terminó como se preveía y en 15 días a partir del miércoles hay tiempo para abrir el registro de vecinos opositores. Espero que la gente vaya y opine si está en desacuerdo. Acto seguido se aprobó por unanimidad la declaración de interés del Seminario de Tanatología y partimos cada carancho a su rancho.
Y después de todo ¿quién tiene razón? Creo que los dos, aunque el problema de todo esto sea el de las formas, tema que amerita extensos párrafos. Es verdad, puede ser que existan otras prioridades, si me apurasen propondría que pavimenten Lassaga, Bolívar e Iturraspe, las contiguas al Liceo Municipal Ángela Peralta Pino y a las vías que desembocan en la ruta 39, parquizaría, plantaría árboles –unos lindos lapachos- y extendería el circuito de Trabajadores y Belgrano del Ferrocarril unas cuadras más. Quizás usted quisiese luminarias o veredas en su barrio. O desagües. O el Paseo del Bicentenario. Pero hay que encontrar argumentos más consistentes para fundamentar las mejoras de un fondo que es de todos, un fondo común.
Por otra parte, si es un fondo común ¿lo lógico no sería consultar a los contribuyentes? Muchas veces las necesidades de los vecinos difieren en mucho de lo que analizan los dirigentes. En vez de una lista de opositores ¿no sería más positivo una lista de propositores? Simples propuestas. Por lo pronto el asunto quedó zanjado, quien sabe que deparará el próximo miércoles. Lo cierto es que ahora el Almirante ya tiene quien le asfalte.