Ricardo Gutman
Esta es la única academia que tiene onda, la otra está para atrás mal. |
Pocas instituciones más insignificantes en la vida de los hispanoparlantes existen como la RAE pero cada vez que sale con sus proscripciones lingüísticas y gramaticales dan ganas de bombardearla. Una vez más la RAE ha vuelto en su intento de querer uniformizar una de las cosas más dinámicas que tiene el hombre, el leguaje, y encima el español, lengua que todavía está históricamente hablando en tiempos de evolución y lejos está como otros idiomas de tener una forma establecida, acabada. Básicamente el español que hablamos es una lengua mutante, viva, nosotros, los hablantes, la vamos reformando todos los días y contrariando esa dinámica está la RAE con su sarta de estupideces regulares y crónicas y uno se pregunta para qué carajos sirve la RAE.
Estos reales imbéciles parecen no haber entendido que el lenguaje es producto de una construcción histórica de las sociedades, es el resultado histórico de un pueblo que decide en un momento y en un lugar empezar a nombrar las cosas de una manera definida. Estos señores pretenden que los más de 400 millones latinoamericanos hispanohablantes hablen como los 45 millones de españoles, ignorando de cuajo la diversidad cultural y riqueza lingüística de nuestras latitudes y nuestros pueblos. Es, sin ninguna duda, imposición cultural sin medias tintas en nombre de un cierto purismo que ya no detentan. Es violencia simbólica y cultural, en resumidas cuentas nos están diciendo que somos una manga de brutos detentando un poder que no les dio nadie.
Quizás deba explicarles a los académicos como me manejo con el lenguaje escrito. Quizás deba explicarles que sé como se escribe trashumante y un millón de palabras más no porque las haya buscado en el diccionario o en el manual sino porque las leí en algún lado, quizás deba explicarles que las reglas ortográficas nunca me sirvieron para mejorar la ortografía porque, en mi caso, las palabras siempre quedan fijadas en mi cabeza. Quizás deba explicarle que siempre que pienso en perro no pienso primero en la figura perro sino en la palabra perro, quizás debiese hacerle entender que así siempre me fue más fácil, quizás debamos explicarles que nadie le presta atención a las reglas de la RAE, que a esta altura son barbarismos.
Es muy probable que la academia ande corta de guita y por eso se apure a largar estos sinsentidos a los que ya nos tienen acostumbrados, apurando las ediciones de los diccionarios de 2011 y los manuales de lengua que los maestros y profesores deberán comprar para no quedar desactualizados (¡¡¡oh, pecado!!!). De acuerdo a lo informado el borrador de modificaciones será oficial el próximo 28 de de noviembre en Guadalajara; deben andar cortos de tiempo. Ojalá los maestros se rebelasen, encima que cuesta un Perú enseñarle las reglas de acentuación a los pibes y ahora van a tener que enseñar que las palabras agudas llevan tilde cuando terminan en n, s o vocal a excepción de los monosílabos con diptongo como truhán o guión. Ya es demasiado con que al corrector del Word tenga que agregarle palabras por mi cuenta.
“Se trata de evitar la dispersión”, “Les va a costar (en América Latina) aceptar la uve y a nosotros (los españoles) lo de y” reza Salvador Gutierrez, coordinador de los trabajos de la nueva ortografía. Un ortiba importante el señor éste, posta mal que este tipo debe ser el presidente de Fan Club de Andrés Bello. Macho, tenés que entender algo, tienen que entender algo las 22 academias de las lenguas: es al cuete. Siempre vas a quedar atrás. Podrán imprimir en los manuales que ahora en vez decirle ve corta a la v se le debe decir uve o que la doble ve (w) debe denominarse doble uve o que la i griega (y) ahora es ye. Podrán poner las reglas que se les cante pero siempre correrán con la desventaja de que la oralidad y la costumbre te destrozan la regla. Que hubiera sido de Cortázar si les hubiera o hubiese prestado atención a la hora de escribir 62 modelo para armar.