3 dic 2010
Una tarde tranquila
Ricardo Gutman
Lo estuve pensando seriamente en estos días de Wikiescándalo: estaría muy copado salir a tomarse un porroncito con Julian Assange, hablar un poco de la vida, sentados en una mesita de Peko´s, jugar un pool. Estoy plenamente convencido de que si Julian Assange estuviese refugiado en San Cristóbal andaría de lo más campante y tranquilo por las calles de esta ciudad; si en pleno sigo XXI vivimos en algunas cosas como en el siglo XIX nadie se daría por enterado de que el tipo más buscado del mundo duerme la siesta en Sancris. Acá no llega nada ni nadie y el que llega cae al hotel del Chano. Internet es cada día peor. Podría levantarse todos los días en el hotel del Chano, desayunarse un cafecito en la cafetería y a media mañana hacerse un vermú en el Club o en el Central, comer en el Unidad al mediodía, tirarse una siesta con aire acondicionado en el hotel, pegarse una vuelta por la básica de la JK tipo 19.30 y un rato después nos tomaríamos ese porroncito en Peko´s o en el Drugstore bien frío. Para variar ahora que se viene el veranito nos pegaríamos una vuelta por las piletas y los fines de semana lo llevaría a comer un asadito en La Verde hecho por el Puchi. Podría vivir re tranquilo, estoy convencido.
Supongo que hablaríamos de todo este escándalo mundial de los cables de la diplomacia yanqui, de los videos esos de Daño Colateral, de minas y de fútbol, tanto argentino como australiano. Le preguntaría si tiene algo del escándalo de las tarjetas de los planes sociales y la financiera de hace un tiempo. No podríamos obviar el tema del momento: los cables de la diplomacia estadounidense. Mis amigos me conocen, por eso quizás no tengo muchos, son pocos y son buenos, saben bien como soy. Si te quiero estoy en la obligación de decirte las cosas. Y Julian debería entender. Eso supongo.
Con mi proverbial honestidad brutal, esa que me hace ganar amigos, le diría que, lisa y llanamente, se mandó una de aquellas -por no ser explícito- y que tendría que haber medido las cosas a la hora de publicar las filtraciones. Y sí, convengamos que es poco serio, por lo menos lo que se sabe. Más que nada es puterío diplomático, algo más sustancial debe haber en 250 mil cables. Lo bueno es que eso confirma que todos somos humanos y compartimos las mismas cosas en diferentes niveles, algunos más sofisticados que otros pero al caso este no hace la diferencia. El puterío está presente en todos los niveles. Pensar que esa gente estudia y hace carrera dentro de la diplomacia que si no no sé que pasa. Como el inglesito ese que bardeó al Papa. En Alaska debe estar.
Yo no sé que quiso buscar Julian Assange con todo esto, mientras lo imagino tomándose el primer vasito del primer porrón de la tarde, tranquilaucha, sin mayores problemas. Supongo que dos cosas: prensa, que la tiene seguro, y afectar la imagen pública internacional de Estados Unidos. Pero eso no es nada que ya no sepamos, es decir, ya sabemos cómo piensan de nosotros, el desdén imperial no es nada nuevo; nadie va a cambiar la imagen de EEUU que tenía por esos cables y nadie espera que EEUU cambie su relación con el mundo después de estas filtraciones. A lo sumo lograste blanquear las cosas Julian, pero es como llegar tarde. Quizás Hillary renuncie, pero hasta ahí. Sos una persona inteligente viejo, tus títulos al menos dicen eso. Tenés que aceptar que estratégicamente razonaste fuera del recipiente. El tipo no me dice nada mientras se traga su primer tanda de maníes. Algunos, los menos, van a parar al vaso.
La costumbre me la copió a mí, los australianos no toman la cerveza fría, se compran esas latas en packs de Fosters y se las zampan calientes, como los alemanes, que en vez de latas usan esos copones. Lo del porrón caliente no va, al menos para mí. No podría hacerlo aunque quisiera. Y la batería siempre tiene que estar.
La pifiaste macho y aunque no lo creas afectaste la credibilidad de Wikileaks, demostraste que tenés llegada a fuentes directas y que giles como el que te dio la info sobran en el mundo. La pifiaste porque al menos tendrías que haber arreglado con los diarios a los que le diste la información que tendría que haber salido primero, lo sustancial, lo importante, pero los diarios son diarios y se inclinaron por el amarillismo. Quieren vender Julian. Tu objetivo es otro. Al menos eso creo. Y si bien todo este quilombete puede tener efectos durante los próximos meses lo único que lograste es que la potencia del norte empiece a buscar maneras de blindar el acceso a ese tipo de información, porque lo polenta polenta, disculpame que te diga, todavía no salió. Además no tenés nada del escándalo de la financiera local. Y en las redacciones se están matando para encontrar nombres de las trolas de Berlusconi. Lo sé yo, desde San Cristóbal. Imaginate.
Lo imagino inmutable, haciendo como que me escucha. Yo, en mi habitual resistencia, empino el segundo vaso. Me pide ir adentro porque afuera hace mucho calor. El Tano prende el aire acondicionado. Julian tenía razón, adentro está más lindo. Me dice que espere la próxima que va a estar bueno. Dijo estar sentado sentado sobre 5 gigas de información del Bank of América. Ahí se pone linda la cosa. Esas son cosas sustanciosas. Ahí hay que revolver, en esa podredumbre. Ya vas a ver como saltan, los que cometen los peores delitos te van a acusar de delincuente. Ya sé que lo sabés. Memos de los bancos durante la crisis financiera, documentos de ese tipo, ahí hay que poner la bala macho. Ya sé que ni siquiera develaron el 10 por ciento de lo entregado en los cables, pero al ritmo que van los diarios nos va a agarrar el 2012 y hay noticias que si pasa el tiempo pierden vigencia. Es más, es probable que hasta Obama se haya ido. Los diarios tendrían que haber sido inteligentes, repartirse la desclasificación, pero ni eso. Menos mal que no se los diste a Clarín. Espero la del Bank of América. Esa va a estar buena.
No es tarde pero Julian ya está cansado y decide irse a caminando al hotel, que está a la vuelta del drugstore. Ya miró las chicas del lugar, ya fichó algunas. “Son hermosas” me dice. “Ya sabía” le contesto. Está tranquilo. Sabe que acá no lo van a encontrar. Mañana iremos a Pekos a jugar unos pooles y a mezclarse entre la gente. Todo eso si estuviera en San Cristóbal, el lugar al que nadie sabe llegar. Pero Julian está en Londres. Eso no habla bien de él. Ahora hace la vida de Yasser Arafat. Si estuviese en San Cristóbal eso no le pasa. Estaría bueno tomarse un porroncito con Julian Assange.